Tras un índice de 13 páginas y un prólogo de unas 87, 500 páginas dedicadas a una primera parte titulada La historia de la lógica y el debate darwinistas. A continuación, una segunda parte de 750 páginas bajo el título Hacia una teoría de la evolución revisada y expandida. S. J. Gould nos quiere convencer en su última obra, no ya de su generalmente aceptada teoría del equilibrio puntuado, sino de la más controvertida selección de especies como explicación a las tendencias macroevolutivas.
A falta de tiempo libre para leer algunos epígrafes que parecen interesantes (digo algunos porque debe ser tarea imposible leer de una sentada, aunque sea larga, un libro como este), me he ido directa al epílogo, de donde extraigo el siguiente pasaje:
[El autor afirmar que en un mundo en el que Charles Darwin no hubiera nacido, la idea de evolución y el mecanismo de la selección natural habrían visto la luz igualmente, gracias al mismo Wallace por ejemplo. Tras ello añade lo que sigue:]
"Así que, ¿por qué preocuparse de que la versión real de este hecho del destino no fuera obra de un caballero inglés de clase alta que había circunnavegado el globo de joven, que perdió a su hija más querida y su menguante fe religiosa con ella, que escribió el más grande tratado jamás compuesto sobre la taxonomía de los cirrípedos, y que al final se dejó una larga barba blanca, vivió como un hacendado al sur de Londres y nunca más cruzó el canal de La Mancha? Nos importa por la misma razón por la que adoramos los okapis, nos deleitamos con los fósiles de trilobites y lloramos el tránsito del dodo. Nos importa porque lo que tenía que pasar, a grandes rasgos, acertó a ocurrir de cierta manera. Y a veces una casi inexplicable beatitud (no sé de qué otra manera decirlo) subyace tras nuestro descubrimiento y confirmación de los detalles reales que hicieron nuestro mundo como es y también, en los dominios de la contingencia, aseguraron las minucias de su construcción en la forma que conocemos, y no en cualquier otra de entre un billón de posibilidades, casi todas las cuales no habrían incluido la evolución de un escriba para consignar la belleza, la crueldad, la fascinación y el misterio."
A mi es que estas cosas.. me emocionan :o).
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