Paseando hoy por el Valle del Lozoya nos hemos encontrado con esta graciosa Ranita de San Antonio. Se trata de una especie no muy común en la Sierra de Guadarrama y que yo recuerde es la primera vez que veo una. Me ha hecho mucha ilusión toparme con ella, tanto que algunos nos hemos quedado rezagados fotografiándola y cuando nos hemos dado cuenta habíamos perdido de vista al grupo con el que íbamos. Fijaos en sus dedos y en las ventosas discoidales que utiliza para trepar por la vegetación.
Y cuando las coges en la mano se pegan ligeramente con las ventosas, es una sensación muy curiosa. Es suave pero da al mismo tiempo un poco de repelús...