Sopla aire tibio del sur, húmedo, que arrastra susurros de los bosques. Así es como nos enteramos de que la Primula florece ya en los bordes de camino mientras las yemas de las hayas dormidas comienzan a sentir las cosquillas de la primavera. Cuestión de hormonas vegetales, escucho a alguien decir. Cae la tarde, el cielo gris y plomizo difunde esa luz aguada que tanto me gusta, esa que pinta el mar y los montes con acuarela. Aquí en el puerto, un par de enormes sepias hembra vagan en las aguas remansadas, atraídas tal vez por algún macho. La vida, que sigue sus ciclos. Y en lo alto del rompeolas un hombre dobla su cuerpo, asomado al mar, sosteniendo entre sus manos una larga cuerda anudada a un gancho. Tira de ella bruscamente y la vuelve a lanzar. Un pulpo se esconde entre las rocas esperando a que pase el peligro.
Y así, observando lo que sucede a nuestro alrededor, pasan las horas sin percatarnos que, un día más, la bajamar deja que descansemos sobre la arena del fondo.
Martin Pawley, ¡claro que me interesa! (pero no sé francés) :o). Vi Microcosmos en su estreno hace años y me enteré de la existencia de Genesis a través de su blog. Parece que podremos verla durante el próximo mes de julio.
Mifune, ya sabes, yo pongo la imagen, de la música te encargas tú ;o).
...y...bajo los efectos de esa melaza de primavera, las embarcaciones varadas en el muelle enarbolan los colores que alumbran la soledad del mar. Acariciadas por la tibieza de la brisa marina y el perfume salobre que deja el oleaje al golpear el malecón, como todas las tardes despues de atracar, esperan que el suave oleaje traiga el ramo de flores silvestres hasta su armazón, que dos cuerpos adolescentes, en virtud de un ritual de juramento de amor eterno, lanzan al mar desde el faro del alcantilado.
Sí, podremos verla en el mes de julio, aunque no creo que vaya a tener una distribución muy masiva que digamos. De todos modos debo decirle que tengo la ligera intuición de que usted va a poder ver esta maravillosa película antes del verano.