Cuarenta y ocho intensas horas en el Valle de la Fuenfría. Cincuenta niños de trece años y tres profesores. Hemos hecho el Tarzán en los árboles y hemos andando por la nieve menos de lo que nos proponíamos. A cada paso un cuántoquedaprofe, pero al final he podido escuchar a un par de ellos decir que les encantaba el paisaje. Diana se ha fijado en las estrellas por primera vez en su vida y Guille ha aprendido a orientarse con un mapa.
Por esos dos momentos seguro que mereció la pena. A mi encantaba, en mis tiempos de monitora, cuando por primera vez un niño veía una vaca, lo flipaban. Aunque sea un tópico, he escuchado por mis orejas eso de... mira como en la tele... ;-)
jejejjeje, ayer me hice una marcha de 32 kms por la Bizkaia profunda y aunque no soy niño y llevaba el GPS no veía cuando acabar y estaba todo el rato "cuanto queda?".....asi que los pobres niños....