En las montañas el agua siempre sabe por dónde ha de correr.
Aprovecha grietas y se encaja entre las rocas, salta y se filtra desapareciendo en el subsuelo y,
recorriendo laberintos pétreos, vuelve a la superficie, siguiendo siempre un camino millones
de veces repetido. Pero si fijamos nuestra atención en una única gota de agua
comprendemos lo improbable de que ésta vuelva a recorrer el mismo lugar.
Me encanta lo sedosa que está el agua, yo aprendí hace poco a conseguirlo... :P Yo también diria que es cola de caballo, pero en la montaña todo se parece un poco... buen fin de semana
Cola de caballo de Ordesa, eso es. El río Arazas desmelenándose tras sobrepasar el estrecho barranco de Góriz, al pie de Monte Perdido. Gracias majísimos :o).
Precioso lugar, como precioso es todo el camino que se recorre y el resto de saltos de agua que vas viendo antes de llegar allí... Una pena lo que dices, cada vez menos agua (y más gente...)
Muy buena fotografía.
Estuvimos en octubre 2005, había menos agua que en tu foto, pero creo que has recurrido al truco de la velocidad. Relentizando el tiempo el agua se multiplica.
Preciosa la foto.