En las montañas pirenaicas es frecuente que aparezcan valles con forma de artesa que cuelgan a centenares de metros por encima del valle principal. Quedan ocultos para todo aquel que permanece en el cómodo fondo de valle y sólo salen a la luz si, caminando, nos adentramos en las alturas. Siempre son una sorpresa, remontas una ladera en sucesivos zig-zags y tras sobrepasar un resalte ahí se encuentra una enorme artesa glaciar, con su circo al final y rodeada de altas cumbres. Sus suaves curvas y su fondo liso se deben a la casi inexistencia de morrenas (depósitos de derrubios arrastrados por el hielo), ya que normalmente estos glaciares laterales desembocaban en la lengua del glaciar principal haciendo que los derrubios arrastrados se incorporaran a ella y fueran depositados más abajo. Algunos ejemplos son: el valle de La Larri (que cuelga del valle de Pineta), el valle de Otal (el que aparece en la foto, sobre el valle del Ara) y el valle de Cotatuero (por encima del valle de Ordesa).
Otal!! Me encanta ese pequeño valle, además si tienes suerte es fácil encontrártelo desierto, no como en Ordesa que siempre está lleno de gente. Lo que nunca he logrado ha sido ver las marmotas que viven por allí, lo más ha sido oirlas, pero tengo la intención de llegar a verlas algún día...
ohhh que bonito!!! me encantan esos valles colgados. Te recomiendo dos ascensiones singulares: El Tuc de Mulleres desde la boca sur del tunel de Vielha, y el Castillo de Achert (que es un sinclinal colgado espectacular)
Hodari: es cierto. El valle de Otal es muy solitario y eso siempre es un aliciente. Respecto a las marmotas, yo tampoco conseguí ver ninguna en Otal pero es muy fácil verlas en los alrededores de Góriz, seguro que no tardarás en hacerlo.
Montañero: gracias y me apunto esas dos ascensiones a la lista :o).
No sabia que se le llamasen artesas...bonita foto...estuve hace un par de años en este valle,pero en invierno...como cambia el paisaje de una estación a otra.