Hace un siglo, la hayas centenarias que habitaban en este bosque fueron saqueadas sin reparos por leñadores de la zona. Ordesa se convirtió entonces en la leñera de los habitantes del valle de Broto y las calvas en el bosque y los restos de madera talada salpicaban el paisaje. Hoy podemos disfrutar de un maduro y bien conservado, aunque no centenario, bosque de hayas, salpicado en algunos rincones por viejos ejemplares. Todo ello gracias a la protección de estos territorios bajo la figura de Parque Nacional. Un claro ejemplo de cómo la sensibilización en temas medioambientales da sus frutos.
Por suerte las cosas van cambiando.
Me encantan los bosques en otoño, a ver si el fin de semana el tiempo nos respeta y me escapo a sacar fotos otoñales, esta foto tuya está perfecta.
Como decía en los otros intentos, enhorabuena por la foto, está muy bien. Sobre todo me gusta el plano contrapicado, que le da más fuerza al conjunto de los árboles.
Yo también he subido unas cuantas de Ordesa de ese fín de semana en el nuevo fotolog, si quieres pásate a verlas.