¡Qué mérito! El último fin de semana en mi pueblo de Extremadura me tiré casi una hora intentando sacarles fotos y no lo conseguí. Vuelan muy deprisa, estilo vencejo. Entran y salen de sus nidos-galerías del suelo a toda velocidad también. La única esperanza era pillarles cuando se posan en las alambradas de los corrales a contemplar el paanorama, pero no tuve suerte...
Gracias majos! :o). Hasta ahora yo tampoco los había visto tan de cerca, y como dice Anónima son bastante inquietos, sí. Por suerte estos abejarucos anidan al borde de una pista en la orilla del río Manzanares y esta foto está hecha desde el interior de mi coche, utilizado en este caso a modo de 'hide' :oD.