Desde hoy, además de plegar proteínas, mi ordenador se dedica en sus ratos libres a analizar ondas electromagnéticas. Sí, me he descargado el salvapantallas de SETI@Home., así que ahora mismo anda de lo más ocupado con unas ondas de radio grabadas hace más de un mes desde el radiotelescopio de Arecibo (Puerto Rico). Bastante más cerca, en Robledo de Chavela, los del proyecto Perseo utilizan una antena de 34 metros de diámetro, mucho menos sensible pero con la ventaja de ser orientable. ¿Quién sabe si no andarán (o anduvieron) por ahí los Heeches en algún lugar del universo?. Permanezcamos a la escucha...
“Francamente, en mi opinión, sus posibilidades de éxito son bastante inferiores a las que visualizan algunos de sus defensores más entusiastas entre los físicos. Pero no podremos estar seguros hasta que lo intentemos. En última instancia, no obstante, no puedo por menos que justificar el intento afirmando simplemente que un resultado positivo sería el acontecimiento más cataclísmico de toda nuestra historia intelectual. La curiosidad nos mueve y nos hace humanos. ¿No podría mover también a otros?.”
Stephen Jay Gould (Acerca del proyecto SETI)
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