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Nunca máis

Esta foto la hice en el mes de abril en una playa asturiana. Fue la primera vez que vi los efectos de la catástrofe del Prestige tan de cerca. Después de meses de golpes de mar y olas, a cientos de kilómetros del lugar de la tragedia, ahí estaban delante de mí las rocas cubiertas del pegajoso chapapote. Incluso pude comprobar cómo al retirarse la marea, se depositaban en la arena lentejas de fuel. Los paseos y caminos que conducen a las playas mostraban manchas negras, probablemente de chapapote derramado de los contenedores de recogida. El pasamanos de madera de la rústica escalera de piedra que baja a la playa Arenal de Morís, también dejaba ver signos de las labores de limpieza. Imaginé a los voluntarios subiendo por ella, apoyando sus manos enguantadas cubiertas del negro pringue. Recordé todas las imágenes vistas por la televisión y pensé en cómo se encontraría la parte más afectada de la costa gallega, en lo que se muestra (turistas llegando a unas aparentemente limpias islas Cíes) y lo que no. Hoy, seis meses después del hundimiento del Prestige, esta foto me recuerda lo que ocurrió.

¡Nunca máis!

2003-05-20 06:13 | 1 Comentarios

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Comentarios

1
De: Shika Fecha: 2003-05-20 09:07

La última vez que visité Bretaña... habían pasado unos añitos desde la desgracia del hundimiento del Erika (con menor cantidad de fuel que el Prestige) y puedo asegurar que todo el finisterre bretón estaba absolutamente impregnado con chapapote ya solidificado.
Las rocas eran negras y la población de aves se había reducido considerablemente según los lugareños.
Bretaña, una tierra hermosa y rodeada de mar se había vuelto claustrofóbica en su costa. ¿Cuántos años pasarán hasta que se libere de veneno el Cantábrico?
El otro día.. hace sólo semana y media.. cerraban la playa de Zarautz (Gipuzkoa) porque un cambio de viento y marea había depositado 6 toneladas de chapapote en dos días.
Lo malo, como siempre ocurre en lo destructivo, es la volubilidad de la memoria humana.



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